Pasó la vorágine de las fiestas y llega, por fin , la calma, la rutina, la vuelta a la normalidad. Y qué decir a estas alturas, ¿que comí demasiado? pues no,lo cierto es que este año debe ser porque ya llegué a Navidad con mi peso “pasado” de peso, que disfruté de la mesa con gusto, sin exceso, comí sin gula….menos los postres, mira que me gustan los dulces!!y mira que mi madre hace unos pestiños…mmmm....qué ricos!!!!
Cuando describí la cena de Nochebuena aquí en el blog ,mi intención era darle un toque de humor y ahora ,ya pasada esa noche, creo que la realidad hizo honor a la ficción que yo misma creé. Han sido días de comer y comer y de estar sentada, de vestir bien pero con una talla que ya no es la mía y que mostraba mi peso actual. Ha sido ese detalle sin importancia (la ropa,no el peso,eh?!:))el que me ha hecho darme cuenta de que, digamos lo que digamos, sí nos fijamos en el exterior ,en el aspecto de las personas y no en su interior (aquello de que la belleza está en el interior queda para las películas de Disney) sobretodo en las reuniones familiares y más si hace un tiempo que no nos vemos. Mira que la familia está cuando tiene que estar. Pues sí está, pero cómo está de sincera para según qué cosas. Esta sinceridad ha despertado en mí un interruptor que antes daba chispazos al tocarlo y hoy da luz, de momento tenue, sobre mi interior. El que me digan que “¡no veas cómo estás!” ,me molesta y me hace ver que no estoy bien conmigo misma, que no me acepto físicamente y no me gusto. Así de claro ,al pan ,pan y al vino ,vino. Sin embargo soy consciente de ese detalle y puedo analizar cómo me hizo sentir que todos en mi familia se “alegraran de verme tan bien” al igual que hace unos años se “alegraran de verme tan bien” con 20 kilos menos que hoy. Me molestó porque yo les dí el poder para que eso ocurriera. Sigo esperando la aprobación de los míos para sentirme segura y eso me lleva muchas veces a la frustración por no conseguirla. ¡Pues ya está bien! Estoy como estoy y me siento feliz en este momento porque para mí hay cosas más importantes que he conseguido este año, como llevar 15 meses sin fumar, estar al lado de una persona maravillosa y genial y disfrutar de un hogar tranquilo y lleno de amor, valorar más lo que tengo y dejar de pensar en lo que me falta. Así que decido que en mi vida soy yo quien manda y también en mis pensamientos. Y como esto es así , decido tener pensamientos positivos y retarme a mí misma a estar bien.
Leyendo a Louise L. Hay y empezando el año con buen pie ,me miro al espejo y me digo:
“Eres maravillosa, te amo y te acepto exactamente tal como eres”.
Así es y así será.
Feliz semana de retorno a la normalidad, con el reto de ser más y mejor día a día.
¿Y tú tienes un reto para compartir?
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